Las cuotas deben ser garantizadas por los promotores de la vivienda mediante un seguro o aval.
En los casos en los que la construcción no llegue a iniciarse o no se termine, la constructora estará obligada a devolver dichas cantidades incrementadas, en general, en un 6% de penalización.
Hay que asegurarse, a la hora de firmar el precontrato, de que se incluye este seguro en el mismo.
El promotor deberá entregar al comprador la póliza individual de este seguro o algún documento que acredite la existencia del aval.