Si eres propietario, y quieres tomar precauciones desde el primer momento para evitar llegar al desahucio, se pueden pedir una serie de garantías muy seguras antes de firmar el contrato de alquiler:
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Un seguro de protección jurídica para el propietario que cubre desde el primer momento la designación del abogado y procurador para el trámite y hasta incluso las mensualidades impagadas por el inquilino
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Un aval bancario.
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Un depósito en garantía adicional a la fianza mínima obligatoria que equivale en el alquiler a una mensualidad de renta.