Es un periodo de tiempo concreto que suele oscilar entre los seis meses y los cinco años, concedido al cliente por el banco durante el que paga una cuota mensual reducida o directamente no paga nada.
Estas dos modalidades se conocen como la carencia de amortización parcial, donde sólo pagaríamos los intereses de la mensualidad sin pagar la prima, y la carencia total, donde la mensualidad se elimina completamente.