Hay cuatro métodos:
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coste,
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comparación,
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actualización, y
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el método residual.
Para aplicar este método es necesario disponer de información suficiente sobre al menos seis transacciones u ofertas comparables que reflejen la situación del mercado.
Adicionalmente, según la normativa, para conocer la evolución de los precios es necesario tener datos de ventas y ofertas durante, al menos, los 2 años anteriores a la fecha de la valoración.