El coste por los servicios de la agencia depende de una comisión por la venta final del inmueble.
Esta comisión puede variar según el tipo de acuerdo al que se llegara a la hora de contratarla.
En muchos casos, la comisión puede superar el 3% del precio de venta de la vivienda, llegando incluso a cifras del 5%.
Lo razonable es fijar una comisión que se aproxime al 3% (sin contar el IVA), y que el pago se realice una vez firmada la venta.