La última palabra siempre la tiene el vendedor.
La agencia puede hacer una estimación, pero puede hacerlo según sus intereses: un precio bajo para hacer una venta rápida y obtener liquidez a través de la comisión o un precio alto para obtener, precisamente, una comisión mayor.
Lo mejor es que el vendedor conozca en qué niveles se encuentra el mercado y no alejarse, ni al alza ni a la baja, de la estimación de un tasador independiente.