La cuota varía en función de varios factores, como, por ejemplo, el tipo de vivienda (chalets, piso, casa en la playa, etc.), el uso de la misma (secundaria o principal), el perfil del asegurado, la ubicación (no tiene el mismo riesgo una casa aislada en el campo que un piso dentro de una urbanización), si está bajo el régimen de alquiler o de propiedad o de las características propias de la vivienda.
No obstante, un seguro de hogar no supone una inversión muy alta y el precio medio al año oscila entre los 150 euros y los 200 euros anuales para una vivienda en altura de 90 metros cuadrados.